Se ha escrito
tanto sobre los padres y su relación con los hijos, en la literatura, en los
estudios sociológicos, antropológicos, psicológicos, etc.; obsequiándonos
múltiples imágenes de paternidad, desde el castigador-tirano hasta el
piadoso-preocupado. Entre estos escritos, el psicólogo Carl Jung nos dice: "La
imagen del padre posee un poder extraordinario. Ella influencia la vida
psicológica del niño de manera tan fuerte que conviene preguntar si podemos
atribuir tal fuerza mágica a un simple ser humano". Efectivamente, es
esta fuerza mágica que encuentro en mi padre, maestro, consejero y sobre
todo amigo, la misma que me acompaña en todas mis aventuras. Mi maestro
incondicional Rubén TORRES OSORIO, se alegra con mis triunfos, me levanta en
mis caídas y hace que pueda seguir adelante.
Así mismo la imagen paterna es dotadora de una protección especial. Ello
se ve reflejado en frase: “Cuando mi papá está en la casa duermo más
tranquilo”. Esta característica del padre reafirma la influencia psicológica
que tienen en nosotros. Muchos estudios señalan que “Los hijos para crecer
armoniosamente necesitan también de la aprobación del padre. Las niñas
necesitan ese amor aprobatorio del padre para luego sentirse seguras y
atractivas como mujeres. El hijo varón necesita un papá que sea su héroe, su
personaje especial, al que después tratarán de imitar”. (De Acevedo, 2007)
Sé que esta labor, no ha sido, ni es fácil; su importancia se ha visto
relegada por el de la madre, quien se muestra como figura central de la
crianza. En muchos casos la figura paterna no ha sido asumida con
responsabilidad y se ha dañado su imagen. Pero hay padres como el Doctor Ciro
Castillo-Rojo, El Sr. Dionisio Vilca, el escritor japonés Kenzaburo, y muchos
más; quienes nos recuerdan que el padre es luchador, disciplinado, guía, que su
enseñanza prevalece con el ejemplo, y sobre todo que es el afecto hacia los
hijos lo más importante en su vida.
Mi maestro incondicional, queda claro que tu labor no es sencilla. Padres
buenos hay muchos. Buenos padres hay pocos. No es difícil ser un padre bueno. En
cambio, no hay nada más difícil que ser un buen padre. Cada día me demuestras
que eres de los Buenos Padres, explicar el por qué, ocuparía todo el diario,
sólo puedo resumir estas experiencias “Amándote y agradeciéndote toda mi eternidad, la misma que verás
reflejada a lo largo de mi vida. Porque recuerda soy la prolongación de tu
existencia”
hermosas palabras
ResponderEliminar