“Importa, para
que los individuos tengan la capacidad de juzgar y opinar por sí mismos, que lean
por su cuenta”.
Harold Bloom
Leer por
iniciativa propia es la premisa que debemos tener. No se puede obligar a las
personas a hacer algo que no les gusta, si lo hacemos estariamos violando el
derecho a su libertad. Lo que sí está en nuestras manos es enseñar con el
ejemplo y concientizar en su importancia.
Sabemos que
la lectura es la capacidad de entender un texto escrito y también relacionar,
criticar, inferir y/o superar las ideas expresadas; pero esto se logra paso a
paso como quien aprende a caminar, hasta volverlo algo natural, convirtiéndolo
en un hábito. La psicóloga Marcela Tarifeño, acota que “toda habilidad se desarrolla con la
práctica, pero para poder practicar la lectura es necesario primero tomarle
amor a los libros”. Naturalmente este amor se enseña, se educa, se traspasa
de padres a hijos con el ejemplo, con el compartir la actividad en familia,
donde se pase bien leyendo juntos un entretenido libro o una revista.
Por su
parte la psicopedagoga Doris Gicherman menciona algunas ventajas de
ingresar al mundo de la lectura: Primero, la lectura es el camino hacia el conocimiento y la
libertad. Ella nos permite viajar por los caminos del tiempo y del espacio, y conocer la vida, el
ambiente, las costumbres, el pensamiento
y las creaciones de los grandes hombres que han hecho y hacen la historia. Segundo,
la lectura implica la participación activa de la mente y contribuye al
desarrollo de la imaginación, la creatividad, enriquece el vocabulario como la
expresión oral y escrita. Por último, desde el punto de vista psicológico ayuda
a comprender mejor el mundo
como a nosotros mismos, facilita las relaciones interpersonales, su desarrollo afectivo, moral
y espiritual y en consecuencia, la capacidad
para construir un mundo más
justo y más humano.
Desde este
espacio los comprometo a instaurar el hábito entre nosotros, si queremos que quienes
nos rodean haguen lo mismo, recordando que es importante ejercitar la lectura
libremente escogida, entretenida y compartida en familia, amigos y comunidad,
para que no se sienta como un deber. Como dice Harold Bloom “En definitiva,
leemos...para fortalecer nuestra personalidad y averiguar cuáles son sus
auténticos intereses” así que la siguiente lectura que escojamos que sea por y
para forrmar nuestro camino, de lo contrario demos la oprtunidad para que tu
miopia no te permita alcanzar la razón.
Un libro
abierto es un cerebro que habla:
cerrado, un
amigo que espera;
olvidado, un
alma que perdona;
destruido, un
corazón que llora…
Proverbio
hindú
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