“Porque uno
siente el deseo o la necesidad. Para divertir o divertirse. Para enseñar algo a
alguien. Para mejorar el mundo. Para dar a conocer sus ideas. Para liberarse de
la angustia. Para ser famoso. Para ser rico. Por costumbre.” Primo Levi
Después de haber escrito la “Importancia de
la lectura”, hace algunas semanas, no podía dejar de lado la otra cara de la
moneda. Escribir. Pero qué significa ello; Sánchez Usequi nos dice de una
manera sencilla que “Escribir (…) es
primero tener algo que decir y expresarlo con agrado”
Bien, ¿Por qué escribir?
Particularmente, empecé a escribir en un
diario personal, motivada por un maestro de Lengua Literatura de mi colegio
Cilo Rojas Peña. Esta experiencia hacía que mis sentimientos se mostraran ante
mis ojos como una situación externa y a la vez tan ligada a mí ser, que
permitía un aprendizaje yoico; la misma que a la larga se hizo más profunda y
que permite que hasta ahora no pueda dejar de hacerlo. Al poco tiempo descubrí
otra manera de expresar lo que pensaba, y esta se dio a través de los
“cuentos”, me aventure a dejar volar mi imaginación ayudada por las
innumerables historias que me contaron mis abuelos y demás familiares sobre
nuestras costumbres ancestrales; pero no encontré la misma pasión que siento al
leerlo a través de la pluma de los otros.
A través de esta columna, escribo porque
tengo la necesidad de transmitirles lo poco que he ido aprendido en mi corta
vida, que conozcan otro punto de vista frente a determinados temas y que a
partir de ello puedan asentir y/o discrepar con este escrito, generando con
ello que también Uds. se manifiesten a través de esta gran medio de expresión.
Espero que esta invitación a escribir recaiga
en los jóvenes ya que este acto no
es sólo un ejercicio intelectual, sino como bien explica el crítico Jesús
Dueñas, también es un arte, que es susceptible de ser aprendido, porque se
sustenta en principios teórico-metodológicos que le sirven de “brújula”
orientadora a quien se dedica a cultivar este arte.
Por otro lado comparto con Uds, los
beneficios de la escritura como una terapia natural:
Con lo que respecta al tema de la
depresión Dahlke menciona que el escribir genera un gran alivio, ya que
forma parte del grupo de expresiones silenciosas, la misma que conduce
automáticamente a tratar de nuevo la propia tragedia. Por otro lado Steve
De Shazer sugiere la misma técnica “escribir”, agregando que también se debe,
leer y quemar, el mismo.
Según la especialista Mónica Bruder, autora
del libro "El cuento y los afectos", el “cuento terapéutico es una
oportunidad de recrear una situación dolorosa y resolverla positivamente para
recuperar el bienestar. Si esta resolución es tomada como una oportunidad que
permite construir un final feliz o positivo, facilita la resolución simbólica
de la situación traumática".
Finalmente resalto que, es lógico inferir que
la escritura también contribuye a organizarse, es más fácil leer un pensamiento
en el papel que leerlo en la cabeza, es una especie de cable a tierra. Por lo
tanto escribir es comenzar a zapar subterráneamente la lógica que sustenta el
tejido discursivo del mundo como pregona el escritor Rafael Rattia.
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