LA COLUMNA CATÁRTICA

LA COLUMNA CATÁRTICA
PASCO (Foto Teo Torres)

sábado, 14 de julio de 2012

Reencontrándome con mis raíces


El pasado viernes (06 de julio), tuve el agrado de asistir a una conferencia sobre Pasco, en esta ciudad (Lima). Es la primera vez que participo de un evento como este en la capital, y es digno de comentarlo porque me encontré con nuestros abuelos, nuestros hermanos mayores, quienes tienen esa riqueza cultural que ha de ser heredada a nosotros. Agradezco la invitación a los jóvenes, ya que es muy importante para los cimientos de la preservación de nuestra identidad.

Hace unas semanas escribí sobre la adolescencia para Erikson (1968), en que la tarea principal de la adolescencia es resolver el conflicto de identidad versus confusión de identidad. Pues bien, este sentido de quiénes son puede verse obstaculizado, lo que da lugar a una sensación de confusión sobre sí mismos y su papel en el mundo. Ya en la siguiente etapa del desarrollo psicosocial, la del adulto joven, hay consolidación de la identidad y comienzo de la realización del proyecto de vida. Adaptación a la vida social.

Esta adaptación a la vida social muchas veces puede ir acompañada de una identidad endeble, desarrollando así una pobre identidad social. Tomando en cuenta la definición del psicólogo social británico Tajfel (1981), sobre la identidad social, como aquella parte del autoconcepto de un individuo que deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo social junto con el significado valorativo y emocional asociado a dicha pertenencia.

Y dicho desarrollo del sentimiento de pertenencia está en las manos de Uds. hermanos mayores, sigan integrándonos en sus actividades, sigan fomentando la identidad pasqueña que de esta manera generaremos  conciencia social. No solo haciendo política contribuimos al desarrollo. También podemos aportar desde donde nos encontremos. Es ahora que podemos utilizar nuestras energías de forma eficiente. Sean Uds. la guía de ese camino.

Actividades como las del viernes pasado, y muchas otras situaciones o acciones que tengan que ver con nuestro departamento hace que mire hacia atrás, no para retroceder sino para reencontrarme con mis raíces y que estas sigan marcando la línea de mi futuro.

martes, 3 de julio de 2012

Resiliencia


Resiliencia. Hace unos días use este término con un paciente, a lo que él contesto “¿Qué es eso? ¿Por qué utilizamos términos extranjeros?” Se me hizo difícil entender que esta palabra puede ser desconocida por muchos. A raíz de ello se me hizo importante comprender esta situación, porque además esta palabra es utilizada en diferentes áreas, de acuerdo a su propio contexto. En mi caso, creo necesario ir desarrollando una cultura psicológica; ese es el objetivo de esta columna. Y por ello me vi en la necesidad de escribirles sobre este tema desde esta perspectiva, además recordemos que es necesario usar el término apropiadamente.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2005), el término resiliencia proviene del inglés resilience y es utilizada en el campo de la física para referirse a aquellos materiales que tiene la virtud de recuperar su forma original después de haber sido sometidos a grandes presiones deformadoras (resistencia a los impactos). Etimológicamente, procede del latín saliere, que se traduce como “saltar hacia atrás, rebotar, ser repelido o surgir”, antecedido por el prefijo “re”, que indica repetición o reanudación.

En la actualidad no existe un consenso sobre su definición, pero una que nos permite entender mejor el término es la dada por los psicólogos adscritos a la APA (Asociación Psicológica Americana), quienes definen la resiliencia como el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, una tragedia, una amenaza, o hasta fuentes de tensión significativa —como problemas familiares o de relaciones, problemas serios de salud o factores estresantes del trabajo o financieros. Significa “rebotar” como una bola o un resorte después de una experiencia difícil.

El consenso está en que la mayoría de autores considera a la resiliencia como una característica personal, propia de todo ser humano sin distinción de edad, raza, credo, nacionalidad o de ninguna otra clase. Por tal motivo la psicóloga Edith Grotberg (2003) la describe como capacidad humana universal.

Por último deseo destacar que todas personas poseemos esta capacidad, ya que el término engloba la introspección, independencia, capacidad de relacionarse, iniciativa, humor, creatividad y moralidad (Wolin, 1999). El detalle esta que podamos desarrollar aún más estas características, y todo comienza por casa.